You Are Here: Home categoria3 Presidente en el pensamiento y en el espíritu

En ciertos días, al pasar por su oficina en el piso 18 de la Sede de RI en Evanston, Illinois, EE.UU., se puede ver a Kalyan Banerjee sentado ante una gran mesa redonda con solo unos papeles en los cuales escribe a mano. Teniendo como fondo los grandes ventanales con vista a la ciudad de Chicago, Kalyan Banerjee da la imagen de un hombre en plena concentración que toma muy en serio su urgente labor.
Banerjee se ha dedicado a Rotary con toda energía desde 1972, año en el que se afilió al pujante club de su ciudad natal, Vapi, India. En esa época, el joven ingeniero químico acababa de formar una pequeña empresa de producción de fósforo rojo, elemento esencial de los fertilizantes. Bajo la dirección de Banerjee, United Phosphorous Limited llegó a ser una de las principales empresas agroquímicas de la India. Y Vapi, anteriormente un pueblo aletargado, con la ayuda del esfuerzo conjunto de los clubes rotarios de la localidad, se transformó en un importante centro industrial del estado de Gujarat.
En las últimas cuatro décadas, Banerjee ha prestado servicio en Rotary como gobernador, representante del presidente, presidente de comités y grupos de acción, fiduciario de la Fundación y director de RI. Asimismo, integró el Comité Internacional de PolioPlus, en cuyo marco emprendió iniciativas para impulsar la erradicación de la polio en la India.
Y ahora, ante su gran asombro, es el 101 presidente de la organización y el tercero de la India en ejercer dicho cargo.

Lecturas favoritas

Hoy tiene junto a sus papeles sobre la mesa redonda, un impresionante ejemplar de  The Fate of Africa, de Martin Meredith . La lectura es una de las pasiones de Banerjee, y durante el pasado año tuvo la oportunidad de dedicarle más tiempo mientras viajaba por el mundo y se preparaba para suceder en la presidencia a Ray Klinginsmith.
Banerjee dice que en su trajinado maletín generalmente lleva al menos dos libros y una de sus dos revistas predilectas: Time , la cual lee prácticamente todas las semanas desde 1961, y The Economist . “Me gusta informarme sobre la gente exitosa, gente que ha impulsado a su país a gran altura”, añade. Y precisamente, ahora lleva en su maletín la biografía de Nelson Mandela.
Hoy a Banerjee se le ve tranquilo, quizás porque está acompañado por su esposa, Binota. Juntos, nos relatan cómo acostumbran pasar el día.  
Calculan que durante el pasado año han transcurrido la mitad del tiempo en Vapi, la tercera parte en su apartamento de Mumbai, sede de la oficina principal de United Phosphorous, y el resto del tiempo viajando y despachando asuntos de Rotary.
Independientemente del lugar donde se encuentre, indica Banerjee, normalmente su jornada comienza alrededor de las 5:30, y siempre con un a sesión de yoga, lo cual no es ninguna sorpresa, tratándose de un líder que ha elegido para RI el lema Busca dentro de ti para abrazar a la humanidad. 
“Practico yoga todas las mañanas, entre media hora y 45 minutos”, señala. “Cuando estamos en Vapi, generalmente viene a mi casa el profesor. Prefiero tener un instructor que entrenar solo. Después salgo a dar un paseo o me voy al gimnasio de la empresa, a solo cinco minutos de donde vivo”.
"Me gusta informarme sobre la gente exitosa, gente que ha impulsado a su país a gran altura".
En Vapi, afirma Binota “las puertas de nuestra casa están abiertas a todo el mundo. La gente puede entrar y salir en cualquier momento. Para el desayuno siempre ponemos seis platos en la mesa porque hay quienes vienen a reunirse con Kalyan, y la hora mejor es temprano por la mañana. Para la cena es igual, siempre pongo un par de platos extra, y algunas veces no es suficiente”.
Binota indica que su esposo a menudo suele olvidarse de la gente a quien ha invitado, y Banerjee lo reconoce. De todos modos, Binota explica que tales distracciones no tienen mayores consecuencias porque “es muy fácil preparar chapatis para todos”. El chapatis es un delicioso pan integral plano, uno de los elementos básicos de la dieta local.
Banerjee nos refiere, también, que el desfile de visitantes no cesa después de la cena, “especialmente ahora que estamos mucho menos en casa, y la gente aprovecha para intercambiar ideas y contarnos sobre sus planes o problemas. Estamos a cargo de numerosos proyectos de Rotary —escuelas, universidades, hospitales, etc.— razón de más para tener asuntos de qué hablar, como dificultades con los maestros y estudiantes, problemas con edificios, alternativas sobre el futuro de una institución, etc. Hay asuntos de sobra para tratar durante todo el día”.
Siempre que resulta posible, le gusta dormir una reparadora una siesta a media tarde, seguida de una taza de té. “Me gusta trabajar hasta altas horas de la noche. Es cuando hago mi mejor trabajo. Reina la calma y todo tiene sentido cuando disfruto de un poco de tranquilidad”.
Pero tales oportunidades son cada vez más escasas en el hogar de los Banerjee, en Vapi. Al disponer de cinco dormitorios y siendo solo dos, es bastante común que los invitados se queden a pasar la noche y desayunar. Solían tener reservados dos habitaciones para sus hijos pero ahora son adultos: un hijo que reside en Australia y una hija en Canadá, cada uno de ellos con dos hijos. A pesar de la distancia, los nietos visitan a sus abuelos al menos dos veces por año.
A Binota, enfermera y trabajadora social de profesión, cuenta con placer el nacimiento de su segundo nieto en Toronto. Llevó a su hija al hospital alrededor de la 1:00, prácticamente segura de que estaba por dar a luz. En el hospital, la enfermera le dijo que aún faltaba mucho y le sugirió que regresara a la casa en medio de la noche. Tan pronto la enfermera se alejó, su hija empezó con las contracciones. “El parto se produjo media hora después de haber llegado al hospital”, recuerda Binota riendo. “Me conozco, y conozco a mi familia”.
Cada vez más, Binota y su esposo coinciden en afirmar que Rotary se ha convertido en su familia. “Los rotarios son la gente con la que mejor nos conectamos”, observa Banerjee. “Con el tiempo, Rotary ha ido adquiriendo más importancia en nuestra vida”.
Aunque ha sido rotario durante casi 40 años, Banerjee señala que en el último año ha aprendido mucho sobre la organización. “Ahora sé que Rotary está muy bien organizado y cuenta con un sólido sistema. Me corresponde a mí aprovecharlo al máximo por el bien de la entidad”, afirma. “La calidad de un club depende de su líder; depende del presidente. Un buen líder construye un buen club, y un líder indiferente se queda con un club indiferente. Pienso que mi labor de presidente es ayudar a los líderes. Creo que mi verdadera función es inspirar, motivar y ayudar a los rotarios a hacer su trabajo en Rotary”.

Liderazgo entre iguales 

Banerjee indica que tiene mucho deseo de trabajar con John Hewko, el nuevo secretario general de Rotary. “Me parece que es una persona con mucha experiencia en empresas y organizaciones, con un notable perfil internacional, dado que ha vivido en distintos países y conocido distintas culturas, sistemas y métodos”, añade. “Creo que es una persona centrada en el funcionamiento de las corporaciones, y eso es lo que le hace falta a Rotary, para estar más al día y funcionar con mayor eficiencia. Al mismo tiempo, Rotary es una organización de servicio y compañerismo. Es algo que no debemos perder. Conciliar ambos elementos será un desafío formidable: la eficiencia y los sistemas y métodos de una organización moderna, combinados con la singularidad de Rotary, verdadera amalgama de todo tipo de culturas, países, modos de pensamiento y perspectivas”.
El desafío especial de ejercer la presidencia de Rotary International, según Banerjee, es que “en cierto modo, se trata de un liderazgo entre iguales. “Cuando digo “iguales” me refiero a que son personas que nos superan en ciertas especialidades. Una persona puede asistir a una reunión de Rotary creyendo que sus opiniones sobre un tema son ciertas, pero al escuchar las opiniones de los demás, uno se da cuenta de que son igualmente válidas, importantes y relevantes. En algunos casos uno los escucha y puede, incluso, cambiar de parecer por completo. Es una experiencia que nos enseña a ser más modestos, y sin embargo, es impresionante el respeto que le dispensan a uno”.
Debido a la calidad de la gente que integra la organización, Banerjee afirma: “Más que liderazgo necesitan dirección”.
En un caso u otro, queda claro que Banerjee, debido a sus orígenes y experiencia, ha avanzado en su comprensión de Rotary a diversos niveles, como mencionó en su discurso de aceptación en la Convención de RI de Montreal. “En cierto modo, algunas partes de la India siguen siendo propias de un país en desarrollo, lo cual me brinda, quizás, una perspectiva distinta sobre el servicio internacional de Rotary”, añade. “He sido testigo del impacto que ejercen nuestros proyectos más sencillos. He presenciado nuestra labor en las áreas de alfabetización, salud, lucha contra el hambre y suministro de agua potable. Y he visto la diferencia que marca en cada aldea, cada familia y en cada ser humano”.
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